Atropellaron a una abuelita en la vía Mariscal Sucre
Un buen samaritano la encontró botada en la cuneta cuando aún estaba con vida y la llevó hasta su casa. Murió minutos después.
“Solo quiero que aparezca el culpable de la muerte de mi madrecita”, exclamaba llorando Luis Morales, mientras narraba como su progenitora fue víctima de un conductor irresponsables por el cual más tarde perdería la vida.
Luis vive con su esposa, dos hijos y sus padres en una humilde casa localizada en el
Luis vive con su esposa, dos hijos y sus padres en una humilde casa localizada en el
cantón simón bolívar Doña Rosa Morales de 79 años, tenía la costumbre de salir a caminar por las tardes. Salía a pasear por la calle central hasta el parque de la ciudadela 3 de septiembre, como costumbre tenia la misma rutina durante mucho tiempo. Hasta que el martes, aproximadamente a las 17:00, dio su último paseo.
Había parado de llover, la calzada estaba aún mojada y la tarde muy oscura, doña Rosa simplemente salió diciendo el típico “regreso pronto”. Al cabo de casi una hora, alguien empezó a golpear con fuerza y reiteradas veces la puerta de la casa de Luis, era un individuo que traía malas noticias; el desconocido contó que circulaba en su camioneta gris en dirección a la avenida mariscal sucre y en medio del trayecto encontró a doña Rosa a un costado de la vía sufriendo de dolor y pidiendo ayuda.
No dudó y la recogió trasladándola hasta la vivienda para que los suyos la pudieran atender el sujeto dejó a la anciana y se fue aclarando que no había sido el responsable de lo sucedido que solamente respondió al llamado de auxilio y que no sabía qué ocurrió. Luis recibió a su madre y de inmediato se comunicó con emergencias, pues pese a las heridas y el dolor, la mujer aún estaba consciente, aseguró.
Fueron minutos de intensa agonía para la mujer de 79 años, mientras aguardaban la llegada de los paramédicos que la pudieran mantener con vida y trasladarla hacia un hospital con las pocas fuerzas que le restaban, la anciana contó que caminaba tranquila por la calle cuando, sin darse cuenta, un vehículo la embistió brutalmente arrojándola a la cuneta sin detenerse a socorrerla de no ser por el desconocido que la llevó a casa hubiera muerto ahí mismo.
El tiempo transcurría y la ambulancia no aparecía, doña Rosa cada vez empeoraba, cuando finalmente llegaron fue demasiado tarde el corazón de la viejita dejó de latir ante la presencia de su familia que se sentía impotente al no poder salvarla.
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